En un mercado cada día más competitivo y dinámico, las organizaciones deben apostar por una fuerza laboral diversa y multigeneracional. La conformación de equipos de trabajo integrados por personas de distintas generaciones, desde los baby boomers hasta la generación z, no solamente fortalece el clima organizacional haciendo que este sea más sano y equilibrado, sino que también representa una valiosa oportunidad para la innovación y la adaptación. Cuando se gestiona adecuadamente esta convivencia intergeneracional las organizaciones cuentan con mayores oportunidades de crecimiento y proyección en mercados de ritmo acelerado como el actual.
¿Qué es la diversidad generacional?
La diversidad generacional hace referencia a la coexistencia de personas de diferentes generaciones dentro de una organización, pudiendo ser:
Es sabido que cada generación aporta una riqueza de experiencias de vida, valores, formas de interactuar y relacionarse y estilos de trabajo altamente diversos. Al integrarse esta diversidad, las organizaciones obtendrán (entre otras), las siguientes ventajas principales:
Sinergia y diversidad de competencias: En un equipo multigeneracional, cada integrante aporta competencias distintivas que enriquecen al equipo en forma general, consolidando un entorno de amplio conocimiento, estabilidad, visión estratégica, creatividad, y dominio de herramientas digitales.
Innovación y resolución de desafíos: Los entornos generacionales mixtos representan un motor clave para la innovación y la resolución de conflictos o desafíos empresariales, esto en razón de que, la interacción entre distintos puntos de vista otorga ideas vanguardistas y asertivas, que permitirán un abordaje integral examinado desde distintos ángulos, transformando los conflictos en oportunidades y soluciones creativas y sostenibles.
Desarrollo de talentos y adaptación a los cambios: Los miembros de un equipo generacionalmente diverso, están inmersos en un entorno de aprendizaje mutuo en el que se comparten conocimientos y habilidades desde sus distintas trayectorias profesionales, contribuyendo de forma activa en el desarrollo del talento. Este entorno de aprendizaje mutuo fortalece la capacidad de adaptación frente a los avances tecnológicos, tendencias del mercado y organizacionales.
La diversidad generacional, entonces no es solo un reto que deba ser gestionado de forma adecuada, sino que además es una riqueza que se debe cultivar diariamente en las organizaciones. Las empresas que se dediquen a fortalecer entornos inclusivos, en donde todas las generaciones sean escuchadas, y valoradas, tendrán como resultado una ventaja competitiva real, pues la diversidad generacional no solo representa equidad, sino también una estrategia clave para el éxito empresarial.
Licenciada María José M. / Legal Counsel